miércoles, 28 de julio de 2010

Reflexión: El Amor al Prójimo

Por Rita Moran

¡Todos los HIJOS DE DIOS somos HERMANOS!, los buenos, los simpáticos, los pobres, los ricos, los que piensan igual que yo, y los que tienen otras ideas.

Jesús nos enseña que debemos amarnos los unos a otros y nunca hacernos daño. ¿Quién es mi prójimo entonces? Mi prójimo es todo el mundo, es mi esposo/sa, mis hijos, los suegros, los parientes, los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo, es decir toda persona cercana a mi. Si amas a tu prójimo, amas a Dios. Solo cuando vivís en el amor podes tener PAZ en tu alma, y la tranquilidad interior te dará la verdadera FELICIDAD. Vas obtener muchas metas, muchos éxitos materiales pero si no logras el AMOR, nunca podrás ser feliz!

Amar al prójimo como asimismo, es tratarlo como a mi me gustaría que me traten. El principio de toda relación es el RESPETO, debemos respetar al que es diferente a nosotros o aquel que piensa distinto para poder amarnos y vivir en paz.

Amar al prójimo es SERVIR, hacer un favor antes de que me lo pidan, es no tener en cuenta de lo que quiero o necesito, regalando nuestra ayuda siempre, a las personas más cercanas como también hasta aquellas que encuentro por primera vez en mi andar por la vida.

Amar es también DAR nuestro tiempo o ACOMPAÑAR o ESCUCHAR a quien sienta la soledad de la enfermedad o de la vejez, siendo amable y cariñoso.

Y sobretodo amar al prójimo es tener PACIENCIA con las personas, aceptando a los otros como son, comprendiendo sus errores o sus equivocaciones y corrigiendo con fraternidad.

Amar al prójimo es HACER mi trabajo lo mejor que pueda y sobretodo con alegría.

Amar al prójimo es no JUZGAR a nadie, no pensar o hablar mal de otras personas.

El verdadero AMOR todo lo perdona todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor no acaba nunca, por eso debemos ver en cada uno de nuestros hermanos a CRISTO MISMO. Jesús nos dijo; que todo cuanto hagamos con cualquier persona, es como si lo hiciéramos con El mismo.

Recuerda, Cristo nos enseña:

¡Amarás a tu prójimo como a ti mismo!

El que no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve 1Jn 4,20.

PROPOSITO DEL MES:

Luego de haber meditado este tema; sería bueno proponernos una dinámica que nos sirva a fortalecer la apertura de nuestro corazón y poner en movimiento nuestro espíritu.

Cada noche mover a nuestro espíritu preguntándonos: ¿cómo he amado hoy a mi prójimo?: rezando un Padre Nuestro a Dios, para pedirle que todos los hombres se amen y haya paz en nuestro país y en el mundo entero.

Bendiciones...