viernes, 1 de octubre de 2010

Peregrinación a Luján

Fotos del trabajo previo de los Servidores de la Peregrinación a Lujan.






martes, 28 de septiembre de 2010

Reflexíón

Arraigada en Vos

Por: Claudia Tomino de Block

Siempre me gustaron las plantas. Por eso cuando nos mudamos con mi esposo al departamento , decoré el balcón con varias plantas. Ellas crecieron y se fortalecieron con el tiempo, pero no dieron flores.

Yo pensé que el motivo era que en mi balcón tenían aire y luz pero no sol, ya que el departamento estaba orientado al sur.

Con el tiempo mi mamá me regalo un malvón y el malvón crecía y crecía pero no florecía. Cansada de verlo sin flores, un día lo apoye sobre un cantero de tierra que no tenía plantas.

Un día de primavera, el malvón floreció y me regaló dos hermosas flores rojas. Me alegré mucho al verlas y las disfrutaba todos los días cuando desayunaba.

Con el nacimiento de mis hijos, pensamos en ampliarnos y buscamos con mi esposo, otra vivienda. Encontramos un ph cerca del colegio de los chicos que nos gustaba y decidimos la compra del mismo. Vendimos nuestro departamento y organizamos la mudanza.

Cuando llegó el día de mudarnos, después de cargar todos los bultos en el camión de la empresa de mudanzas, me acuerdo del malvón que había quedado en el balcón. Vuelvo a buscarlo y no lo puedo levantar. Me arrodillo para ver que pasa y noto que la raíz del malvón había roto la base de la maceta y se había arraigado en el cantero, por eso, bien afirmada, había podido florecer.

Debido al peso del cantero no lo pudimos subir al camíon y el malvón se quedó como único habitante del departamento.

Ya en la nueva casa me di cuenta de que yo y cada uno de nosotros, hombres y mujeres de fe, tenemos que imitar al malvón y arraigarnos en Jesús que es nuestra tierra fértil, que nos permite crecer y es nuestro cantero, pues nos contiene en las situaciones difíciles de la vida. Solos no podemos dar flores, y los vientos del mal pueden herir nuestras ramas.

Me di cuenta de que solo arraigada en Jesús puedo permanecer en su Iglesia a salvo de falsas doctrinas de moda y de los avatares de la vida. ¡ Gloria a Vos Señor que sos nuestro sostén y nuestra fortaleza!